El Club Atlético River Plate es un club social y deportivo de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, siendo su principal actividad la dedicada a su faceta de club de fútbol. Es el equipo que ganó más campeonatos locales de índole profesional en la Argentina.[2] Fue fundado, de acuerdo a la versión oficial del club,[3] [4] el 25 de mayo de 1901 en el barrio de La Boca. Luego se mudó al barrio de Palermo, donde tenía su propio estadio, pero con el correr de los años el club creció en popularidad y tuvo que trasladarse en 1938 al barrio de Belgrano, al norte de la ciudad de Buenos Aires, donde se ubican sus instalaciones —en especial el Estadio Monumental Antonio Vespucio Liberti— aunque generalmente se relaciona la ubicación del club con el barrio de Núñez.
Su histórico rival es el Club Atlético Boca Juniors, con quien disputa el llamado Superclásico. Además se consideran como clásicos los partidos que disputa con los otros tres grandes del fútbol argentino (Independiente, San Lorenzo, y Racing).
River Plate es, en la sumatoria total, el segundo club con más titulos oficiales en el profesionalismo del fútbol argentino (38), detrás de Boca Juniors (41). River Plate ganó 33 títulos profesionales, siendo el equipo con más títulos a nivel local, y uno amateur, así como 5 títulos internacionales (2 Copas Libertadores, 1 Copa Intercontinental, 1 Supercopa y 1 Copa Interamericana).
A sus hinchas se los suele identificar como "Los Millonarios" desde comienzos de la década de 1930, a raíz de las grandes inversiones económicas efectuadas para reforzar el equipo, afirmado más tarde en la extraordinaria evolución registrada, que lo transformó en aquel momento en uno de los clubes económicamente más poderosos de Argentina. Por otra parte, el mote de "Gallinas" fue acuñado en los años '60, inicialmente con una connotación obviamente despectiva; no obstante ello, el tiempo, los usos y las costumbres, y el propio orgullo, hicieron que tal apodo cambiara su significado y fuera aceptado por los hinchas del club como manera de referirse a ellos, transformando la carga negativa del término en un valor de identidad.
Aunque durante el amateurismo River Plate había crecido como institución, esto no pudo plasmarse en grandes resultados deportivos; todo lo contrario sucedería en la era profesional.
El primer campeonato profesional del fútbol argentino se jugó en el año 1931, donde Boca se consagró campeón y River finalizó en tercer lugar.
Hacia esos años no era un club tan popular como Boca Juniors o Racing, pero demostrando ser un club con visión de futuro apostó para fortalecer el incipiente profesionalismo. Con la compra de Carlos Peucelle por 10.000 pesos en 1931, y Bernabé Ferreyra en 1932 por 35.000 pesos, River revolucionó el mercado de pases de la época, ganándose el apodo de "Los Millonarios". En 1932 River formó un gran equipo, y finalizó el torneo igualando la primera posición junto con Independiente, 50 puntos en 34 partidos. Independiente recibía a Racing en la última fecha y de entrada quedó en desventaja aunque igualmente podía dar la vuelta olímpica, ya que al comenzar la fecha llevaba un punto de ventaja y además River también estaba perdiendo con San Lorenzo. Entonces con el título asegurado Independiente reguló sus fuerzas y no se esforzó en buscar la igualdad. Cuenta la historia que por entonces, sin radios portátiles, los resultados de las otras canchas únicamente se podían seguir a través de los tableros que la revista "Alumni" instalaba en cada estadio. El encargado de colocar los resultados en la cancha de Independiente resultó ser hincha de River y prefirió ocultar la verdad: hacía varios minutos que los millonarios habían empatado. Los jugadores del Rojo miraban el tablero de reojo y con el silbato final se fundieron en fuertes abrazos creyéndose campeones. En ese instante, el encargado del tablero puso el gol de River. Los jugadores e hinchas del Rojo no daban crédito a lo que acababa de suceder y se generaron incidentes. De esta manera River e Independiente quedaron igualados en lo más alto de la tabla. El partido desempate lo ganó River por 3 a 0 en cancha de San Lorenzo, adjudicándose su primer campeonato del profesionalismo.[7]
La primera victoria de River contra su clásico rival Boca Juniors en la era profesional, fue en la última fecha del campeonato de 1933. River ganó por 3 a 1 y de esta manera le impidió a Boca consagrarse campeón.
Con grandes jugadores como José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera y Renato Cesarini, y con la adquisición de José María Minella, River logra el primer bicampeonato de su historia. El campeonato de 1936 se dividió en dos rondas: la Copa de Honor, obtenida por San Lorenzo, y la Copa Campeonato conseguida por River. En cancha de Independiente River derrotó 4 a 2 a San Lorenzo y obtuvo el título de Campeón de 1936. Para 1937 se volvió al sistema de liga, y River ganó de punta a punta, obteniendo 58 puntos en 34 partidos con 106 goles, siendo su goleador José Manuel Moreno con 37.
El 25 de mayo de 1938 River Plate inaugura oficialmente el Estadio Monumental, con un partido ante Peñarol de Uruguay, donde River se impuso por 3 a 1.
La Máquina (1941 – 1946)
La década del 40 es considerada una de las mejores épocas futbolísticas de River Plate. Con un equipo fabuloso salió campeón en 1941, 1942 y 1945, y subcampeón en 1943 y 1944. Por esta época la delantera de River parecía invencible, por lo que recibió el nombre de "La Máquina". La misma estaba formada por Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Félix Loustau. Dicho apodo ha sumado trascendencia a niveles más bien legendarios, ya aquellos jugadores todos juntos sólo jugaron 18 partidos por campeonatos oficiales. El desborde y centro atrás de Muñoz, los pases en cortada de Pedernera, las gambetas y el despliegue de Loustau y las diagonales de Labruna eran su sello. La Máquina nació una fecha antes de su consagración como campeón en 1941, en una goleada sin precedentes ante Boca por 5 a 1. En 1945, después de ser dos veces subcampeón de Boca, River se convierte nuevamente en campeón, ya sin Moreno y destacándose Labruna (otra vez goleador del torneo con 25 tantos), el volante central Néstor Rossi, adquirido en 1944 y teniendo como capitán a José Soriano. En 1947 River se consagra nuevamente campeón con 48 puntos en 30 partidos y 90 goles, destacándose Amadeo Carrizo, el inventor del arquero moderno, y el delantero Alfredo Di Stéfano (surgido de las inferiores de club), que con sus 27 tantos se convierte en el goleador del torneo. Con este campeonato River cerró uno de sus mejores ciclos.
Los años ’50 y el primer tricampeonato
Tras una huelga de futbolistas en 1948 se produjo el éxodo a Colombia, donde grandes futbolistas argentinos fueron a enriquecer el fútbol del país caribeño. "Pipo" Rossi y Di Stéfano abandonaron River. Dos subcampeonatos en 1948 y 1949, una mala temporada en 1950 y tercero en 1951 son los siguientes resultados que obtiene River a nivel nacional. Tras cumplir una gran gira por Europa entre fines de 1951 y principios de 1952 armó un nuevo equipo para ser campeón: sería La Maquinita de Santiago Vernazza, Eliseo Prado, el uruguayo Walter Gómez, Labruna y Loustau, junto al arquero Carrizo. Repetiría el título en 1953 con la misma base. Con el regreso de "Pipo" Rossi, proveniente de Millonarios de Colombia, la incorporación de Federico Vairo, proveniente de Rosario Central, y el surgimiento de Enrique Omar Sívori River sale campeón en 1955, 1956 y 1957, logrando el primero de los tres tricampeonatos de su historia. Tras el Campeonato Sudamericano disputado en Lima, Perú, en 1957 Juventus de Italia pagó 10 millones de pesos por Sívori. Con ese dinero River construyó la tribuna Colonia (luego Almirante Brown y actualmente Enrique Omar Sívori), cerrándose así La Herradura (como era conocido el Monumental por entonces). El 12 de octubre de 1959 Ángel Labruna, máximo goleador de los Superclásicos con 16 goles que indefectiblemente sirvieron para ganarle o empatarle a Boca, uno de los más grandes ídolos riverplatenses, se retiró del fútbol profesional a los 41 años, con 293 goles en 514 partidos.
17 años de sequía: (1958 – 1975)
En 1958, cuando la Selección Argentina fracasó en el Mundial de Suecia (el llamado desastre de Suecia), la vieja escuela riverplatense entró en su época más oscura. Con grandes jugadores como Ermindo Angel Onega y su hermano Daniel, José Manuel Ramos Delgado, el brasileño Delém, José Varacka, el goleador Luis Artime, Vladislao Cap y Oscar Mas River no logró ningún campeonato en la década del 60, inaugurando la peor época de la historia del club, con una sequía de títulos que duraría 18 años. Fueron años de constantes subcampeonatos, por menor diferencia de gol, por un penal atajado por el arquero de Boca Antonio Roma a Delem en la penúltima fecha de 1962, en el triangular de desempate del Nacional 1968 contra Vélez Sársfield (que sería campeón argentino por primera vez) y Racing, la tarde en que el defensor velezano Luis Gallo evitó con una mano alevosa un segundo gol de River que le hubiera dado el título al Millonario.
El 20 de mayo de 1966, bajo la conducción de Renato Cesarini, la racha negativa de River alcanzó su punto más alto. Era el partido de desempate por la final de la Copa Libertadores de 1966, disputado en el Estadio Nacional de Santiago de Chile ante Peñarol, donde tras terminar el primer tiempo con una victoria parcial de 2 a 0 River permitió una levantada de los uruguayos, que empatarían en los 90 minutos y terminarían dando vuelta el resultado en tiempos extra para concluir con un 4 a 2. A partir de esa derrota nacería para siempre el epíteto de "Gallinas". En el año 1968, durante un partido que enfrentaba a River y Boca, se produjo la tragedia más grande del fútbol argentino cuando después de una avalancha humana en la puerta 12 del Monumental, 71 personas murieron asfixiadas y 66 resultaron heridas. A fines de ese 1968 se retira el jugador que más partidos jugó en la primera del club, el arquero Amadeo Carrizo, con la cifra récord de 521 partidos.
La década del 70 se inició con el subcampeonato del Torneo Metropolitano de 1970. En 1972 se logra el subcampeonato del Torneo Nacional. Un año antes, promovido por el director técnico brasileño Didí, el creador del jogo bonito, hacía su debut en primera división Norberto Alonso, el Beto, con 18 años de edad.
La década de 1990: la nueva conquista de América
En junio de 1989, de la mano del Beto Alonso, Reinaldo Merlo asumió la dirección técnica, y con un equipo donde militaban Comizzo, Fabián Basualdo, Jorge Higuaín, Gordillo, Sergio Batista, Ramón Centurión y Gabriel Batistuta alcanzó el segundo puesto al terminar la primera ronda del campeonato 89/90. Con la derrota de la lista oficialista de Osvaldo Di Carlo y la asunción de Alfredo Davicce a la presidencia del club Merlo decide renunciar; su lugar fue ocupado por Passarella, quien con la base de Merlo más jugadores como Ramón Medina Bello, Héctor Enrique, Rubén Da Silva, Hernán Díaz y los juveniles Leonardo Astrada, Gustavo Zapata y Juan José Borrelli obtiene un nuevo campeonato nacional, y alcanza las semifinales de la Libertadores 1990, siendo eliminado por penales ante el Barcelona de Guayaquil. La segunda mitad de 1990 lo vio pelear el torneo ante el Newell’s de Marcelo Bielsa, River cayó en la última fecha en el Monumental ante Vélez, el día del retiro de Fillol, quien se despidió con una actuación soberbia impidiendo una nueva consagración millonaria.
En 1991 comenzaría una nueva racha negativa ante Boca, 13 partidos seguidos sin victorias que incluyeron una increíble derrota 4 a 3 tras ir ganando 3 a 1 en la Bombonera por la Libertadores de ese año, en la cual River no pudo superar la primera ronda. La segunda parte del año trajo el regreso de Ramón Díaz, proveniente del Mónaco francés. En el inicio del torneo Apertura River logró nueve victorias consecutivas, comienzo record para el fútbol argentino. Sin embargo River no podría obtener el título de forma invicta. En el plano internacional, Cruzeiro volvió a ser el verdugo en otra final, esta vez por la Supercopa.
1993 fue el año de la partida de Ramón Díaz al Yokohama Marinos japonés. Con varios jugadores provenientes de sus divisiones inferiores, como Ariel Ortega, Marcelo Gallardo y Hernán Crespo, junto a Sergio Goycochea, Fernando Gamboa y Sergio Berti, River obtuvo nuevamente el Campeonato Apertura. En 1994, luego de la vuelta de Francescoli y con las adquisiciones de Roberto Fabián Ayala y Germán Burgos (ambos provinientes de Ferro), y con la dirección técnica de Américo Gallego, River ganó el Apertura de manera invicta (la única vez en su historial), con doce triunfos y siete empates. Se aseguró la conquista del título al derrotar a su rival de siempre en La Bombonera por 3 a 0, con goles de Francescoli, Ortega y Gallardo.
En 1995 Ramón Díaz tomó la conducción de River. Tuvo un mal torneo a nivel nacional, y en el plano internacional cayó por penales en semifinales en los dos torneos, ante Atlético Nacional de Medellín por la Libertadores en el Monumental (René Higuita le atajó un penal a Matías Almeyda) y ante Independiente por la Supercopa.
Comenzó el siguiente año disputando la primera fase de la Copa Libertadores con San Lorenzo, Minervén y Caracas FC, ambos de Venezuela. Cinco victorias y un empate pusieron a River en octavos de final, donde esperaba Sporting Cristal de Perú. La goleada 5 a 2 en la revancha en el Monumental, con un golazo de chilena de Crespo incluido, dejó en el olvido la derrota recibida en la ida. El siguiente paso fue San Lorenzo. En semifinales esperaba la Universidad de Chile de Marcelo Salas. Tras un empate 2 a 2 en la ida un gol de Almeyda y un dudoso arbitraje llevaría a River a su cuarta final de Copa Libertadores. Como diez años atrás, el rival era América de Cali. La ida se disputó en el Pascual Guerrero, con victoria para los colombianos por 1 a 0. En la revancha, dos goles de Hernán Crespo llevaron a River a su segunda Libertadores, la que Francescoli tanto había ansiado levantar. Germán Burgos, Hernán Díaz, Celso Ayala, Juan Gómez, Juan Pablo Sorín, Astrada, Almeyda, Ortega y Medina Bello integraban el plantel campeón.
Tras la consagración partieron Almeyda al Sevilla, Crespo al Parma y Gómez al Real Sociedad. Para reemplazarlos llegaron Eduardo Berizzo, Roberto Monserrat, Julio Cruz y el Matador Salas. Ese gran equipo ganó de punta a punta el Apertura, pero su mira estaba puesta en la Copa Intercontinental, frente a la Juventus de Zinedine Zidane, Alessandro Del Piero, Alen Boksic y Ciro Ferrara. River llegó a Japón con paso demoledor, la final prometía ser un duelo de titanes, pero sólo una actuación descomunal del arquero Roberto Bonano evitó una goleada catastrófica a favor del equipo italiano, que sobre el final consiguió ganar por 1 a 0 con gol de Alessandro Del Piero.
En 1997 la venta de Ortega al Valencia permitió la consolidación como titular de Gallardo. Poco después, el pase de Cruz al Feyenoord dejó el campo libre para que Salas compartiera el ataque con Francescoli. Con la herida abierta por la derrota ante Juventus River inició la defensa de su título de la Libertadores en octavos de final, ante Racing, pero quedaría afuera en esa instancia por penales. Otro viaje a Japón, para disputar la Recopa Sudamericana ante Vélez, terminaría en derrota 4 a 2 por penales tras un empate en un gol en 120 minutos. Sin embargo, con figuras como Salas, Francescoli, Sorín, Gallardo, Ayala y Santiago Solari obtuvo el Clausura y el Apertura (logrando junto al Apertura 96 el tercer tricampeonato de su historia). La Supercopa de 1997 daría una revancha a nivel continental. River ganó su grupo ante Racing, Santos y Vasco da Gama, equipo al que goleó 5 a 1 en la ida en el Monumental y al que derrotó 2 a 0 en la revancha, siendo esta la primera victoria oficial de River en Brasil. Venció a Atlético Nacional de Medellín en semifinales, y tras un trabado empate en cero en la ida vence en la revancha en el Monumental al São Paulo FC de Brasil, por 2 a 1 con dos goles de Marcelo Salas, convirtiéndose así en el primer equipo de su país en ganar en forma simultánea un título nacional y otro sudamericano. El empate en uno ante Argentinos en cancha de Vélez por la última fecha del Apertura marcaría la despedida de Francescoli.
Tras el Mundial de Francia 98 se produce la venta de Salas a la Lazio. En su lugar llegan Juan Antonio Pizzi y el colombiano Juan Pablo Ángel, y River alcanza la semifinal de la Libertadores. Cae 1 a 0 en Brasil ante Vasco da Gama, pero en la revancha el empate en uno en el Monumental es el punto más bajo para un año decepcionante que vería al Boca de Carlos Bianchi dar su primer paso hacia la cima mundial, tras conseguir de manera invicta el Apertura.
En 1999, todavía con la conducción de Ramón Díaz, y con nuevas figuras como Pablo Aimar, Javier Saviola y Diego Placente, River ganó el torneo Apertura, impidiendo que Boca consiguiera el tricampeonato. River gana el Superclásico de ese torneo por 2 a 0, goles de Aimar y Ángel, siendo el primer triunfo ante Boca en el Monumental desde 1990. Saviola se consagra goleador con 15 tantos, siendo el segundo jugador más joven en ser goleador de un torneo de primera división, record que posee Diego Maradona.
Del 2000 hasta hoy
A principios del 2000 Ramón Díaz renuncia tras una derrota en el Torneo de Verano ante los juveniles de Boca Juniors. Su lugar lo ocupó Américo Gallego. Con Ángel, Aimar y Saviola como figuras, River encaró la Libertadores, donde se cruzó en cuartos de final con Boca. Tras la victoria por 2 a 1 como local en la ida, River esperó confiado la revancha. Un lapidario 3 a 0, en el partido de vuelta en La Bombonera, coronado con un histórico gol de Martín Palermo en su regreso tras una grave lesión de 6 meses, dejó a River una vez más fuera de la Copa, a manos de Boca Juniors. Sin embargo logró recuperarse para obtener un nuevo bicampeonato al ganar el torneo Clausura. El Apertura sería recordado por haber jugado los llamados “Cuatro Fantásticos”: Aimar,Ortega Saviola y Ángel,sin embargo no pudo ganar ningún titulo.
El 25 de mayo de 2001 River Plate festejó sus 100 años de existencia con una enorme marcha, llamada "Caravana Monumental", y un amistoso ante Peñarol. Este sería un año sin títulos para River, que traería otra dura caída 3 a 0 ante Boca en La Bombonera por el Clausura, y la eliminación de la Libertadores ante el Cruz Azul mexicano en cuartos de final. Ese año trajo las ventas de Aimar al Valencia y de Saviola al Barcelona.
En el año 2002, con Ramón Díaz en reemplazo de Gallego, la vuelta de Ortega y con figuras juveniles como Andrés D'Alessandro y Fernando Cavenaghi, River Plate logró el torneo Clausura, consiguiendo Ramón Díaz su séptimo título como técnico de River, que incluyó una victoria 3 – 0 ante Boca en la Bombonera . Sin embargo el presidente José María Aguilar declara que "en River ha llegado la hora de conocer otros rumbos", y Ramón Díaz deja su cargo al finalizar ese año.
En 2003 River ganó el torneo Clausura, dirigido por el chileno Manuel Pellegrini y con un equipo integrado por figuras como Leonardo Astrada (el jugador más ganador del club y que se retiró al finalizar el torneo), D'Alessandro, Cavenaghi, Javier Mascherano, y Martín Demichelis. En ese mismo año, sin Cavenaghi ni Mascherano que disputaban el Mundial Sub–20, River eliminó en semifinales de la Copa Sudamericana al San Pablo, pero en la final, tras un decepcionante empate 3 – 3 en el Monumental, perdió la revancha 1 – 0 frente al modesto Cienciano de Perú, provocando la renuncia del técnico. Otro fin de año con sabor amargo, en el que además Boca Juniors se quedaría nuevamente con el Apertura, la Copa Libertadores y la Intercontinental.